El enfrentamiento entre Uruguay y Brasil dejó a los aficionados al borde de sus asientos en un partido lleno de drama y emoción.
Desde el primer pitido, la tensión se palpaba en el aire, y los equipos no decepcionaron.
El primer momento de peligro llegó cuando un intento de despeje del central brasileño tras un centro desde la izquierda de Guilherme Arana resultó en un caos en el área.
La defensa de Brasil se tambaleaba, pero logró mantener el marcador intacto.La primera mitad estuvo marcada por dos oportunidades claras. Primero, un centro milimétrico de Uruguay que Darwin Núñez conectó con el hombro, enviando el balón desviado y dejando escapar una oportunidad dorada. Luego, Raphinha, en una jugada individual brillante, se plantó cara a cara con el arquero uruguayo Sergio Rochet, quien con reflejos felinos detuvo el remate, manteniendo el empate.
En la segunda mitad, el partido se abrió, y los jugadores de segunda línea, como Federico Valverde, empezaron a generar más peligro. Valverde, incansable, fue una amenaza constante para la defensa brasileña, llevando el balón con determinación hacia el área rival.
El momento decisivo llegó cuando el árbitro argentino Darío Herrera, tras resistirse a mostrar tarjetas, no tuvo más remedio que expulsar a Nahitan Nández por una feroz entrada al tobillo de Rodrygo, tras la intervención del VAR. La tarjeta roja cambió la dinámica del partido.Dorival Junior, técnico de Brasil, respondió rápidamente, haciendo cuatro cambios para refrescar su ataque.
Sin embargo, a pesar de los esfuerzos renovados, el prodigio brasileño Endrick tuvo la última oportunidad clara del partido, pero su remate, demasiado centrado, fue detenido por Rochet.Con el tiempo reglamentario agotado y el empate sin goles, el partido se decidió en una dramática tanda de penales.
Federico Valverde abrió la tanda para Uruguay con un gol contundente. Le siguieron Rodrigo Bentancur, Giorgian De Arrascaeta, y finalmente Manuel Ugarte, quien anotó el penal decisivo.
Brasil solo pudo convertir dos de sus intentos, con Andreas Pereira y Gabriel Martinelli marcando, pero no fue suficiente.Uruguay celebró una victoria épica, destacándose la solidez y el coraje de su equipo.
Sergio Rochet, el arquero uruguayo, fue el héroe indiscutible, con atajadas claves que mantuvieron a su equipo en el partido. Brasil, por su parte, lamentó las oportunidades desperdiciadas y la expulsión que cambió el curso del encuentro.
Esta victoria no solo reafirma la fortaleza del fútbol uruguayo, sino que también promete un emocionante camino por delante en su campaña.
